Rancio
La lata no es salir. Lo dificil es volver.Volver caminando sin mucho de tu dignidad, sin nada de tus energías. Sin alguna claridad.
Con la certeza si, de que vuelves.
Para entonces, ya no te queda nada, ni comida en el estómago, ni copete en el sistema.
Mientras aparecen los verdaderos rostros y demasiado tarde. Y miras atontado las micros que comienzan a correr llevando la gente al trabajo y le haces una mueca a la tia del carrito pa`que te haga un completo.
Porque lo que tienes es un vacío inmenso que necesitas llenar. O tirando, o comiendo, o teletransportándote a tu cama a tratar de dormir. Esperando que cuando despiertes se halla ido ese malestar grotesco e impreciso.
Ese que no es causado por el copete, sino por el hastío.
Y no es que vayas a cambiar algo tampoco. Ya estai acostumbrado, sabes a lo que vas.
Después de todo, ¿Cuánto se demoran tus ojos en recuperar colores de día hábil?
3 Comments:
Me ha pasado y creo que a muchos tambien. Es interesante como se pueden ver estas cosas que nos son cotidianas y que generalmente no reparamos en ello. Saludos
tienes razon, pero a mi no me pasan esas cosas (ahora), lo pienso bien antes de carretear, es decir, si salgo lo hago hasta con saco de dormir, si no filo, me quedo en mi casa haciendome el animo de leer algo entretenido...pues odio el canturreo de los malditos pajaritos y yo entremedio aun de un olor a copete y tabaco.
solia ocurrime eso, no hace mucho en el bar de unos amigos cerrabamos las cortinas y cuando las levantabamos ya estaba de dia (los autos pasaban la gente gritaba y a mi no me atropellaban) es broma, el punto es que nunca sabiamos bien que hora era y por que no queriamos mirarla.
eso buen post. chaup.
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