Retorno
No debe ser bueno quedarse sin decir las cosas, sobre todo cuando una tiene tantas cosas que decir. Asi que vuelvo a escribir. A escribirles.
Puta la mina cuática.
No debe ser bueno quedarse sin decir las cosas, sobre todo cuando una tiene tantas cosas que decir. Asi que vuelvo a escribir. A escribirles.
El siguiente es la segunda parte de un post de mayo. Lo encontré cachureando borradores. Lo pongo ahora a propósito de que ayer me lamentaba con mi amigo ***** ( no decido aún como renombrarlo) y le decía: "nunca más salgo con músicos" y me responde: "ja! quiero ver que eso pase".En un nivel muy frívolo de mi inmensa pena, debe de haber algo que no estoy pudiendo superar. Tal vez recordar al inolvidable Mr. Nervios me ayude a hacerlo.
Para Manuel...que tu viaje te traiga hermosamente a empezar tu camino aqui.
No soy nada. Nunca seré nada. No puedo querer ser nada. A parte de eso, tengo enVentanas de mi cuarto, De mi cuarto entre los millones del mundo que nadie sabe cual es. (Y si supiese cual es ¿Qué sabrían?) De ahí hacia el misterio de una calle cruzada constantemente por gente, Hacia una calle inaccesible a todos los pensamientos, Real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta, Con el misterio de las cosas por debajo de las piedras y de los seres, Con la muerte poniendo la humedad en las paredes y cabellos blancos en los hombres, Con el Destino conduciendo la carroza de todo por la carretera de nada.
mi todos los sueños del mundo.
Estoy hoy vencido, como si supiese la verdad. Estoy hoy lúcido, como si, Y no tuviese mas hermandad con las cosas Si no una despedida, tornándose esta casa y este lado de la calle La hilera de carruajes de un comboy. Y una partida estridente Desde dentro de mi cabeza, Y un temblor de mis nervios y un rechinar de huesos en la ida. Estoy hoy perplejo como quien pensó y encontró y olvidó. Estoy hoy dividido entre la lealtad que debo Al Estanco del otro lado de la calle, como cosa real por fuera, Y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.
estuviese moribundo
Erré en todo. Y como no hice ningún intento, tal vez todo fuese nada.El aprendizaje que me dieran, Descendí de él por la ventana trasera de la casa. Fui hasta el campo con grandes propósitos. Mas allá encontré sólo hiervas y árboles, Y cuando había gente era igual a la otra. Salgo de la ventana, me siento en una silla. ¿Qué pensar? ¿Qué sé yo lo que será de mí, yo que no sé lo que soy? ¿Ser lo que pienso? ¡Pero pienso ser tantas cosas! ¡Y hay tantos que piensan ser la misma cosa que no puede haber tantos! ¿Genio? En este momento Cien mil cerebros se piensan en sueños genios como yo, Y la historia no señalará ¿Quién sabe? , ni uno, Ni habrá sino ensueño de tantas conquistas futuras. No, no creo en mí. ¡En todos los manicomios hay quejosos locos con tantas certezas! Yo, que no tengo ninguna certeza ¿Estoy más cierto o menos cierto? No, no creo en mí... ¿En cuantas buhardillas y no buhardillas del mundo No están en esta hora genios-para-si mismos soñando? Cuantas aspiraciones altas y nobles y lúcidas Sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas -, ¿Y quien sabe si realizables, Nunca verán la luz del sol real ni encontrarán oídos de gente? El mundo es para quién nace para conquistarlo Y no para quién sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón. Tengo soñado más que lo que Napoleón hizo. Tengo apretado contra el hipotético pecho más humanidades que Cristo, Tengo hecho filosofías en secreto que ningún Kant escribió. Mas soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla, Aunque no viva en ella; Seré siempre el que no nació para eso; Seré siempre sólo el que tenía cualidades; Seré siempre el que esperó a que le abriesen la puerta al pie de una pared sin puerta Y cantó la canción del Infinito en un gallinero, Y oyó la voz de Dios en un pozo tapado. ¿Creer en mí? No, ni en nada. Me derramé la Naturaleza sobre la cabeza ardiente Su sol, su lluvia, el viento que me encuentra el cabello, Y el resto que venga si viene, o tuviera que venir, o no venga. Esclavos cardíacos de las estrellas, Conquistamos el mundo entero antes de levantarnos de la cama; Pero despertamos y él es opaco, Nos levantamos y él es ajeno, Salimos de casa y él es la tierra entera, Más el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido. (Come chocolate, pequeña; ¡Come chocolates! Mira que no hay más metafísica en el mundo sino los chocolates. Mira que todas las religiones no enseñan mas que confitería. ¡Come, pequeña sucia, come! ¡Si pudiese yo comer chocolates con la misma verdad con que comes! Mas yo pienso y, al tirar el papel de plata, que es de hojas de estaño, Tiro todo al suelo, como tengo tirado la vida) Pero al menos queda la amargura de lo que nunca seré La caligrafía rápida de estos versos, Pórtico partido para el Imposible. Mas al menos consagro a mí mismo un desprecio sin lágrimas. Noble al menos en el gesto largo con que arrojo La ropa sucia que soy, sin rol, para el decurso de las cosas, Y me quedo en casa sin camisa. (Tú, que consuelas, que no existes y por eso consuelas, O diosa griega, concebida como estatua que estuviese viva, O patricia romana imposiblemente noble y nefasta, O princesa de trovadores gentilísima y ruborosa, O marquesa del siglo dieciocho, escotada y estilizada, O cocot célebre del tiempo de nuestros padres, O no sé que moderno no concibo bien el qué ¡Todo eso, sea lo que fuere, que seas, si puede inspirar que inspire! Todo mi corazón es un vacío despejado. Como los que invocan espíritus invocan espíritus me invoco A mí mismo y no encuentro nada. Llego a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta. Veo las tiendas, veo las aceras, veo los carros que pasan, Veo los entes vivos vestidos que se cruzan, Veo los perros que también existen, Y todo esto me pesa como una condenación al destierro, Y todo esto es extranjero, como todo.) Viví, estudié, amé, y hasta creí, Y hoy no hay mendigo que yo no envidie solamente por no ser yo. Miro a cada uno los andrajos y las llagas y la mentira, Y pienso; tal vez nunca vivieses ni estudiases ni amases ni creyeses Porque es posible hacer una realidad de todo eso si hacer nada de eso; Tal vez hayas existido apenas, como un lagarto a quien cortan el rabo Y que es rabo para este lado del lagarto cuando revueltos. Hice de mí lo que no supe, Y lo que podía hacer de mi no lo hice. El dominó que vestí era errado. Me conocieron luego por quien no era y no desmentí, y me perdí. Cuando quise tirar la máscara, Estaba pegada a la cara. Cuando la tiré y me vi en el espejo, Ya había envejecido. Estaba borracho, ya no sabía vestir el dominó que no había tirado. Tiré fuera la máscara y dormí en el ropero Como un perro tolerado por la gerencia Por ser inofensivo Y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime. Esencia musical de mis versos inútiles, Quien me diera encontrarte como cosa que yo hiciera, Y no me quedase siempre enfrente del estanco de enfrente, Imprimiendo a los pies una consciencia de estar existiendo, Como una alfombra en que un borracho tropieza O un ruedo que los gitanos robaron y no valía nada. Mas el Dueño del Estanco llegó a la puerta y se quedó a la puerta. Ojo con el desaliento de la cabeza mal vuelta Y con el desconsuelo del alma mal-entendiendo. Él morirá y yo moriré. Él dejará el letrero, y yo dejaré versos. En cierto momento morirá el letrero también, y los versos también. Después de cierto tiempo morirá la calle donde estuvo el letrero, Y la lengua en que habían sido escritos los versos. Morirá después el planeta giróvago en que todo esto se dio. En otros satélites de otros sistemas cualquier cosa como gente Continuará haciendo cosas como versos y viviendo por debajo de cosas como letreros, Siempre una cosa enfrente de otra, Siempre una cosa tan inútil como la otra, Siempre lo imposible tan estúpido como lo real, Siempre el misterio del fondo tan cierto como el sueño de misterio de la superficie, Siempre esto o siempre otra cosa o ni una cosa ni otra. Pero un hombre entró en el Estanco (¿Para comprar tabaco?), Y la realidad plausible cae de repente encima de mí. Me semilevanto enérgico, convencido, humano, Y voy a intentar escribir estos versos en que digo lo contrario. Enciendo un cigarro al pensar en escribirlos Y saboreo en el cigarro la liberación de todos los pensamientos. Sigo el humo como una ruta propia, Y gozo, en un momento sensitivo y competente, La liberación de todas las especulaciones Y la consciencia de que la metafísica es una consecuencia de estar mal dispuesto. Después me hecho para atrás en la silla Y continuo fumando. En cuanto el Destino me lo conceda, continuaré fumando. (Si yo me casase con la hija de mi lavandera Tal vez fuese feliz.) Visto esto, me levanto de la silla. Voy a la ventana. El hombre salió del Estanco (metiendo el cambio el bolsillo de los pantalones) Ah, lo conozco: es el Esteves sin metafísica. (El Dueño del Estanco llegó a la puerta.) Como por un instinto divino el Esteves se volvió y me vio. ¡Me gesticuló un adiós le grité Adiós al Esteves!, y el universo Se me reconstruyó sin ideal ni esperanza, y el Dueño del Estanco sonrió.
Y más encima tenía que ser simpática la monga. Y tan buena persona ella, tan creativa, tan esto tan lo otro. Que bronca. Y tenía que trabajar con él, claro...que simpático. Y tenían que viajar juntos...que bonito. Que bien también.
PLAN DE CONTINGENCIAEn previsión de el peor de los casos: 1.-Cargar el mp3 de canciones de la Violeta Parra, "Corazón Maldito" y "Que he sacado con quererte" en el top de la lista. Segunda carpeta, Silvio Rodriguez, "Tu imagen" en el top de la lista. 2.-Irse con la Isa ya mismo a celebrar el cumple y pronta recuperación de Fifo.3.- Rajarse carreteando pa mantener la mente ocupada y no aparecer hasta la otra semana que es cuando el grupito se devuelve de la puta mini gira. 4.- Mantener fondeado el palófono pa no estar viendo si me llama o no.5.- Por sobre mi sicótico plan y mis pendejas aprehensiones...tratar de mantener la calma.